No, los ejercicios vocales no solamente son para los cantantes de tirolesa

No resulta sorprendente que el modo de vida de un cantante profesional requiera calentamientos vocales, días de descanso y bebidas calmantes para proteger el instrumento vocal de las lesiones. Sin embargo, los docentes, entrenadores de atletismo, instructores de entrenamiento físico, presentadores y representantes de ventas y de atención al cliente también dependen de la salud y de la fuerza de sus voces.

Los profesionales de la voz no deben ignorar los cambios en su calidad, claridad o comodidad vocales, como una voz áspera o ronca, dolor en la garganta o el cuello, la sensación de un nudo en la garganta, dificultades para proyectar la voz o el hecho de que la voz se agote con más facilidad en el transcurso del día.

“Si bien estas características pueden ser parte del desgaste diario de las personas que tienen trabajos vocalmente exigentes, en general, deberían resolverse con el tiempo y con descanso”, dice el Dr. David Rosow, especialista en laringología del University of Miami Health System. “Si estos tipos de cambios en la voz duran más de tres semanas, es muy importante consultar a un otorrinolaringólogo (especialista en nariz, garganta y oído)”.

Con un diagnóstico preciso, la terapia profesional de la voz puede determinar los ejercicios adecuados para aliviar los síntomas y favorecer la recuperación.

“Si bien la terapia de la voz puede ser incierta para muchas personas, considérela desde el punto de vista de la fisioterapia”, expresó Michelle Bretl, MS, CF-SLP, patóloga del habla y el lenguaje especializada de UHealth. “Un fisioterapeuta ayuda a los pacientes a determinar las áreas del cuerpo que deben abordarse con ejercicios y estiramientos específicos. Los terapeutas de la voz tienen una función muy similar, pero se centran en las partes del cuerpo que afectan la voz. Se aseguran de que los pacientes puedan realizar los ejercicios de la voz con facilidad y de que comprendan los efectos de los ejercicios en la mejora de la voz”.

Si bien es necesario trabajar con un terapeuta de la voz para aprender la manera adecuada de hacer los ejercicios, los programas de ejercicio en el hogar pueden ayudar en su recuperación. Practicar con regularidad técnicas de respiración adecuadas y ejercicios de calentamiento y recuperación puede permitirle mantener la salud vocal a lo largo del tiempo.

Ejercicios vocales para el calentamiento y la recuperación

“Según su profesión, es posible que necesite calentar la voz a través de un rango de tonos altos y bajos, y de volúmenes suaves o más fuertes”, explica Bretl. “El objetivo es aprender una producción eficaz de la voz y trasladar eso al uso de la voz en el trabajo. Los ejercicios vocales que se realizan como parte del calentamiento nunca deben sentirse fatigantes ni implicar esfuerzo”.

Siete minutos para la libertad vocal

“Los siguientes ejercicios tienen el propósito de ayudarlo a prepararse para tener una voz relajada y a que la voz adquiera un estado más relajado después de un uso intenso”, dijo Adam Lloyd, MM, MA, CCC-SLP, patólogo de la voz en UHealth.

Esta serie de ejercicios, realizados antes y después de un uso intenso de la voz, pueden ayudarlo a prevenir y a recuperarse más rápidamente del esfuerzo vocal.

Respiración relajada (2 minutos): cierre los ojos y respire con naturalidad. Note cualquier punto estrecho que sienta en el cuerpo. Cada exhalación es una oportunidad para relajarse y liberar tensión. Si está relajado, el abdomen y la parte inferior de la caja torácica se expandirán durante la inhalación y se pondrán en contacto ligeramente durante la exhalación.
Bostezo-suspiro (un minuto): respire de forma profunda y relajada por la nariz y luego abra la boca y relaje la mandíbula y la lengua mientras exhala por la boca. Debe haber un espacio entre los dientes, pero no tanto como para sentir que abre la boca de forma forzada. Repita este proceso un par de veces, luego incorpore sonido al exhalar. Esto se conoce como “bostezo-suspiro”. El sonido debe hacerse en un rango cómodo y con un volumen suave.
Masaje de garganta (dos minutos): para ayudar a reducir la tensión en la garganta y alrededor de esta, comience con la boca en la posición “bostezo-suspiro”. Con una sola mano, coloque el dedo pulgar cerca de la zona debajo de la oreja y los dedos índice y medio en el lado opuesto debajo de la oreja. Con un movimiento circular lento, masajee suavemente los músculos del cuello y baje lentamente sobre el cuello en forma de “V” (amplio en la parte superior y más angosto en la parte inferior). Evite presionar mucho la garganta/el cuello. Si se siente mareado o si siente el cuello o los dedos pulsantes, reubique los dedos o interrumpa el ejercicio. Repita estos pasos algunas veces. En la misma posición, deslice hacia abajo suavemente. Exhale a medida que desliza hacia abajo, para que la boca quede en la posición “bostezo-suspiro”.
¿Sintió la vibración? (dos minutos): estas opciones pueden ayudarlo a aislar e identificar las sensaciones de vibración, que lo ayudarán a saber si está produciendo la voz de forma saludable.

Opción 1: inhale suavemente por la boca o la nariz. Busque un sorbete de tamaño normal y exhale el aire suavemente a través del sorbete; repita esto varias veces. Puede poner los dedos unas pulgadas delante del sorbete para sentir el flujo de aire. Luego, agregue sonido con un tono que le resulte cómodo (durante cinco segundos). Asegúrese de que el aire siga fluyendo por el sorbete a medida que produce sonido. ¿Siente la vibración en el sorbete o delante de la boca?

Opción 2: inhale suavemente por la boca o la nariz. Con los labios en posición “ooh”, exhale el aire suavemente por los labios. Repita estos pasos algunas veces. Puede poner los dedos unas pulgadas delante de la boca para sentir el flujo de aire. Agregue sonido con un tono que le resulte cómodo durante aproximadamente cinco segundos. Asegúrese de que el aire siga fluyendo por los labios a medida que produce sonido. ¿Siente la vibración en los labios o delante de la boca?

Opción 3: inhale y exhale suavemente por la nariz. Repita estos pasos algunas veces. Puede poner los dedos una pulgada debajo de la nariz para sentir el flujo de aire. Con la mandíbula y la garganta relajadas en la posición “bostezo-suspiro”, cierre los labios suavemente. Cuando exhale, agregue sonido con un tono que le resulte cómodo durante aproximadamente cinco segundos. Asegúrese de que el aire siga fluyendo por la nariz a medida que produce sonido.

¿Siente la vibración en los labios, delante de la boca o en la nariz?
Con cada una de estas tres opciones de ejercicios, trabaje para mantener la garganta relajada y un flujo de aire exhalado estable. Repita el ejercicio mientras sube y baja de tono, permanezca en un rango cómodo, concéntrese en la relajación y perciba la sensación de vibración en la boca/rostro o alrededor de estos. No debe sentir esfuerzo ni tensión en la garganta.

No fuerce la voz

“Si habla ante un público numeroso con frecuencia o si necesita proyectar la voz, utilice amplificación de la voz, como un micrófono o megáfono”, explicó Jennylee Díaz, MS, CCC-SLP, patóloga de la voz en UHealth. “Y recuerde respirar de forma relajada, hablar con un flujo de aire, sentir la vibración y evitar la distensión muscular en la garganta y alrededor de ésta”, dijo Lloyd.

Dana Kantrowitz es escritora colaboradora de UMiami Health News.

Tags: ejercicios vocales, laringología, otorrinolaringología