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El poder oculto del juego libre

4 min read  |  julio 25, 2019  | 
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Si desea ayudar a sus hijos durante el desarrollo de habilidades, la coordinación y el desarrollo de habilidades sociales, fomentar la participación en los deportes puede ser la respuesta. Cuando aún son pequeños y no tienen la edad suficiente para participar de deportes organizados, llévelos al parque para que disfruten del juego libre.

Jugar a la par de ellos

Permitir que los niños corran, trepen, salten y simplemente sean niños por su cuenta es una de las maneras más importantes de ayudar a sus hijos a desarrollar las habilidades que necesitarán para ser exitosos, según la Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP).

“El juego libre activo es muy beneficioso”, indica la Dra. Carolyn Kienstra, especialista en medicina deportiva pediátrica del University of Miami Sports Medicine Institute. “Recomiendo llevarlos al parque con equipos para escalar y probar diferentes músculos. Esto permite que usen el cuerpo de distintas maneras para lograr equilibrio, coordinación y otras actividades de desarrollo de habilidades”.

Estudios posteriores a esa participación en deportes juveniles organizados ofrecen una infinidad de beneficios, en particular, cuando el enfoque está puesto en la diversión.

Participar de actividades deportivas conlleva a una mejor coordinación de las manos y la vista, el desarrollo de destrezas físicas, mejora académica y mayor resistencia, según una investigación de la edición de junio de 2019 de la revista Pediatrics. Los deportes organizados también tienen beneficios sociales para que los niños participen, incluida una mejor identidad y adaptación social.

Fomentar el juego libre

La Fundación Nemours, una organización sin fines de lucro dedicada a la salud de los niños, recomienda que se destine al menos una hora de juego libre desestructurado para los niños de dos a tres años todos los días, así como también al menos 30 minutos de actividad física guiada por un adulto. También recomienda que los niños de esta edad no estén inactivos durante más de una hora al día cuando no están durmiendo.

Considerando lo importante que es el juego libre para el desarrollo, la Dra. Kienstra recomienda que sea una prioridad. Si sus hijos asisten a guarderías, debe asegurarse de que los encargados de cuidarlos dediquen tiempo para el juego libre desestructurado en su horario todos los días. También existen formas creativas de incorporarlo al horario atareado del hogar.

“La mayoría de los parques tienen un patio de juegos o un área abierta para que los niños puedan jugar mientras aprovecha para caminar cerca de ellos y no dejar de observarlos”, indica la Dra. Kienstra.

Del juego desestructurado al estructurado

El juego libre desestructurado y los deportes estructurados pueden parecer conceptos opuestos; sin embargo, la Dra. Kienstra menciona que promover el juego libre en niños pequeños puede conducir al éxito más adelante a medida que crecen.

“Sabemos que el juego libre ayuda a mejorar la coordinación, el equilibrio, la fuerza muscular y la resistencia”, indica. “Todo eso resulta beneficioso para la transición hacia los deportes organizados”.

Cuando los niños comienzan a practicar deportes, la Dra. Kienstra indica que es importante permitir que prueben una variedad y que se diviertan. “Al principio, los niños deben destinar la mayor parte del tiempo a practicar y a adquirir habilidades en lugar de concentrarse en el juego en sí”, agrega. “Debe ser aproximadamente un 75 % en  practicar y 25 % en el juego, al menos al principio. Pueden comenzar a concentrarse en el juego en la transición hacia la escuela primaria y más adelante”.


Wyatt Myers es escritor colaborador de UMiami Health News.


Tags: deportes en equipo, desarrollo de habilidades, Dra. Carolyn Kienstra

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