Consejos para superar la pérdida de empleo
La pérdida de un trabajo nunca es una buena noticia, pero se siente aun más agobiadora hoy en día a la sombra de la pandemia de COVID-19. Con las tasas de desempleo nacionales que permanecen en máximos históricos, la situación se ha convertido en algo más que un problema económico, ya que los expertos advierten sobre las consecuencias para la salud mental provocadas por el desempleo.
Philip Harvey, Ph.D., psicólogo clínico de University of Miami Health System y Miami VA Medical Center, dice que esta recesión ha afectado más a los trabajadores que pueden tener la menor seguridad económica.
«Debemos tener en cuenta que los tipos de trabajo que las personas tienen más probabilidades de perder son los de hoteles, restaurantes, turismo, y tienden a ser trabajos con salarios más bajos», explica. «Estos trabajadores no tienen mucho en qué apoyarse».
La pérdida de empleo es uno de los grandes factores estresantes de la vida, como el divorcio o la muerte de un cónyuge. No importa cómo la compañía produce la separación repentina (por suspension laboral sin goce de sueldo, reducciones de tamaño, despidos, reestructuración), duele mucho. Poner sus pertenencias en una caja y despedirse de sus compañeros de trabajo, especialmente si se quedan, puede hacer que cualquier empleado se sienta rechazado y menospreciado.
También puede crear miedo al futuro, ya que las personas no saben cómo pagarán sus cuentas y alimentarán a sus familias. El “estrés económico”, dice el Dr. Harvey, “es un factor enorme para sentirse desesperado. La gente no sabe lo que les espera. No saben cuánto durará ni cuándo volverán los trabajos».
No es de extrañar que tal incertidumbre pueda convertirse en ansiedad.
Además, la pérdida de un trabajo es más que la pérdida de un sueldo. También es la pérdida de seguridad y rutina.
Este sentido de desánimo y desesperanza se ha cuantificado en otras épocas de alto desempleo. Después de la Gran Recesión, por ejemplo, un estudio encontró que los estadounidenses desempleados tenían más del doble de probabilidades que aquellos con trabajos de tiempo completo para decir que actualmente tienen o están siendo tratados por depresión: 12.4 por ciento frente a 5.6 por ciento, respectivamente. Para los desempleados de larga duración, aquellos sin trabajo durante 27 semanas o más, la tasa de depresión alcanzó el 18 por ciento.
Si bien esta encuesta señaló que la relación podría funcionar en ambos sentidos: el desempleo causa depresión, pero también que la depresión puede causar la pérdida de empleo. Otro estudio, publicado en 2011, informó que aquellos que habían enfrentado pérdidas financieras «devastadoras» por desempleo también tenían «una frecuencia mucho más alta de sentir pena o vergüenza».
Después de todo, una gran parte de nuestra identidad está vinculada a cómo nos ganamos la vida. Cuando nos desconectamos de ese lazo, puede dejarnos a la deriva, un problema que podría agravarse incluso cuando la economía se abre, indica el Dr. Harvey.
«Al igual que no todos son despedidos, no todos son seleccionados para regresar», dice el Dr. Harvey. «Si usted es una de esas personas que no son contratados nuevamente, pero ve a otros regresar al trabajo, puede ser un verdadero golpe».
Ciertos segmentos de la población laboral probablemente sufrirán más.
«Hay un subgrupo de personas que enfrentarán mayores retos», dice el Dr. Harvey. «Ellos son los que tendrán más dificultades para conseguir trabajo». Estos incluyen aquellos con pocas habilidades y aquellos cuyos trabajos anteriores eran altamente especializados y, por lo tanto, no transferibles a otro empleo».
Desafortunadamente, obtener atención de salud mental es casi imposible si no tiene seguro médico. «La realidad es que cuando pierde su fuente de ingresos, también pierde sus beneficios de salud», dice el Dr. Harvey. “El estrés esencialmente se duplica. Las personas que más lo necesitan [en este momento] no pueden acceder a él».
En Miami-Dade, las personas sin seguro que necesitan atención de salud mental generalmente son referidas al Hospital Jackson Memorial, pero «incluso antes de COVID-19, había una lista de espera», agrega.
Sin embargo, el Dr. Harvey ofrece algunas habilidades para la superación personal:
- Permanecer ocupado. Busque estructura. Establezca una rutina. «Necesita encontrar algo que hacer», dice. «Llene su tiempo de la manera más productiva posible».
- Aceptar la pérdida. Usted tiene todo el derecho de llorar. Perder un trabajo es traumático y experimentará sentimientos encontrados por un tiempo. Dese tiempo y espacio para resolverlos.
- Centrarse en la superación personal. Este podría ser el momento perfecto para inscribirse en cursos en línea, muchos de ellos gratuitos, que pueden ayudarlo a reforzar sus habilidades y, por lo tanto, su empleabilidad.
- Contemplar un nuevo comienzo. ¿Alguna vez ha pensado en cambiar de carrera? ¿Iniciar un negocio? Éste podría ser el empujón que necesita. Manténgase positivo.
- Hacer un balance de sus finanzas. Presupuestar, priorizar sus necesidades, congelar sus gastos superfluos puede darle una sensación de control.
- Cuidar su salud. Asegúrese de dormir lo suficiente, comer adecuadamente y hacer ejercicio.
Por último, recuerde que nada dura para siempre: «Esto también pasará», dice el Dr. Harvey. “La economía se recuperará. Los trabajos volverán».
Ana Veciana-Suárez, columnista invitada
Ana es colaboradora habitual de University of Miami Health System. Es una reconocida periodista y autora que ha trabajado en The Miami Herald, The Miami News y The Palm Beach Post. Visite su sitio web en anavecianasuarez.com o siga a @AnaVeciana en Twitter.