Cómo evitar un segundo infarto de miocardio
Si usted o un ser querido tuvo un infarto de miocardio, habrá escuchado las advertencias sobre un segundo evento cardíaco más dañino.
Un infarto de miocardio posterior no siempre es mayor o peor que el primero. Sin embargo, aumenta el riesgo de sufrir cardiopatías y complicaciones, lo que puede provocar más daños en el miocardio. Después de haber sobrevivido a un infarto de miocardio, puede hacer cambios que le salvarán la vida para mejorar su salud cardíaca y reducir, en gran medida, el riesgo de un segundo infarto de miocardio.
“Los pacientes que sufren un infarto de miocardio tienen una incidencia de aproximadamente el 10 % de otro evento cardíaco dentro de los dos primeros años después del primero”, afirma Carlos Enrique Alfonso, M.D., cardiólogo intervencionista del University of Miami Health System. Para la mitad de esos pacientes, el segundo ataque se relaciona con la afectación de un vaso sanguíneo del primer infarto; para la otra, con otro vaso sanguíneo.
“Les digo a los pacientes y a sus familias cómo es: Si no se controlan los riesgos y se gestiona la salud en general, la probabilidad de sufrir un segundo infarto de miocardio aumenta de forma espectacular, lo que puede ser más perjudicial que el primero. No son tácticas de miedo, es la realidad”, afirma el Dr. Alfonso. “Los cambios temporales de comportamiento basados en el miedo pueden llevar a recaer en los viejos hábitos, por lo que debemos fomentar un verdadero cambio de estilo de vida”.
Cómo vivir de forma saludable para el corazón
Puede mejorar sus probabilidades de evitar otro infarto de miocardio en, al menos, un 50 % si se compromete a incorporar algunos cambios en su estilo de vida y a tomar todos sus medicamentos según las indicaciones.
Conozca sus valores y manténgalos en un intervalo saludable.
- Peso: hable con el médico para conocer el intervalo de peso saludable en función de su altura y edad.
- Presión arterial: controle sus valores de presión arterial (PA) en casa con un dispositivo móvil. Las máquinas más precisas utilizan un manguito de restricción como el que se utiliza en el consultorio del médico. Procure mantener la presión arterial sistólica por debajo de 130 y la presión diastólica por debajo de 80.
- Colesterol y triglicéridos: intente reducir el nivel de LDL (colesterol malo) a la mitad (es decir, en un 50 %).
- Azúcar en sangre: esto reviste especial importancia si tiene diabetes.
Tome los medicamentos según las indicaciones.
Cuando se toman de manera sistemática en la dosis adecuada, los siguientes medicamentos pueden ayudar a retrasar el empeoramiento de la cardiopatía y a disminuir el riesgo de un segundo infarto de miocardio.
- Anticoagulantes (como la aspirina)
- Estatinas
- Medicamentos para la diabetes
- Bloqueantes ? antitrombóticos (antiplaquetarios o anticoagulantes)
- Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA)
No deje de acudir a las consultas con el cardiólogo según las indicaciones para asegurarse de que los medicamentos controlan con eficacia sus afecciones preexistentes, con los mínimos efectos secundarios. El médico puede modificar los medicamentos con receta o ajustar la dosis según sea necesario mientras apoya sus esfuerzos para controlar su peso.
“Una vez que sufrió un infarto de miocardio, debe seguir tomando medicamentos con receta para reducir el colesterol, incluso si tenía poco al principio”, afirma el Dr. Alfonso. “Si los valores de colesterol no disminuyen a pesar del tratamiento con estatinas, es posible que deba tomar otros medicamentos o unos nuevos para tratar también los triglicéridos».
Si no está seguro de tomar un medicamento concreto, pídale al cardiólogo que le explique los beneficios y los riesgos.
Asuma compromisos saludables a largo plazo
Deje de fumar: este compromiso no solo beneficia el corazón, sino que también reduce el riesgo de padecer muchos tipos de cáncer y enfermedades pulmonares.
No consuma drogas: el tabaco y las drogas duras pueden inflamar los músculos y vasos cardíacos.
Beba alcohol con moderación: el consumo moderado de alcohol es de un máximo de una bebida al día para las mujeres y de dos bebidas al día para los hombres.
Haga ejercicio con regularidad: para fortalecer el miocardio, la Asociación Estadounidense del Corazón recomienda realizar 150 minutos de ejercicio cardiovascular de intensidad moderada o 75 minutos de ejercicio de alta intensidad cada semana. Con un programa de rehabilitación cardíaca, será más fácil incorporar el ejercicio a su rutina en las semanas y meses posteriores a un infarto de miocardio. (Pregúntele al cardiólogo si se beneficiaría de un programa con supervisión médica).
Siga una dieta saludable para el corazón: despídase del azúcar y de las grasas saturadas (carnes rojas y lácteos enteros), y deles la bienvenida a las fibras (verduras sin almidón) y a las proteínas magras (pescado a la plancha y al horno, pollo y vegetales).
Reduzca el estrés: el estrés emocional y la ansiedad pueden ejercer presión sobre los sistemas cardiovascular y nervioso. Saque tiempo para socializar, pasar tiempo en la naturaleza, meditar, hacer ejercicio y disfrutar de aficiones relajantes. No dude en hablar con un profesional o unirse a un grupo de apoyo para aprender a regular mejor sus pensamientos y emociones.
Duerma lo suficiente: un sueño de calidad puede reducir el estrés, disminuir la presión arterial y ayudar a controlar los antojos de comida.
La salud es el centro de su familia
¿Quiere facilitar los hábitos cardiosaludables y los cambios positivos a largo plazo? Hágalo en equipo con su pareja, su familia o sus amigos.
“Los cambios de vida de este tipo tienen a funcionar mejor si todos participan, en especial, con la alimentación y el ejercicio”, afirma el Dr. Alfonso. Comprométase como familia a eliminar los alimentos fritos, a comer más verduras, a probar las proteínas de origen vegetal un par de noches a la semana o a seguir lo que se conoce como dieta mediterránea. Haga ejercicio en familia. Elija un momento del día que les venga bien a usted y a su pareja o a un amigo para dar un paseo enérgico juntos. Cuénteles a sus allegados que va a dejar de fumar, así lo apoyan en la decisión. Cocinar y hacer ejercicio juntos ayudará a todos a mejorar su salud general.
Dana Kantrowitz es escritora colaboradora de UMiami Health News.
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