Anosmia: el impacto de perder el sentido del olfato
La anosmia es el término médico para la pérdida completa del olfato. Y es más común de lo que muchas personas creen.
Según la revista Chemical Senses, entre el 3 % y el 20 % de las personas viven con anosmia o hiposmia, que es la pérdida parcial del olfato.
El síntoma médico ha ganado más atención en los últimos tiempos debido a su asociación con la COVID-19. “La mayoría de los estudios describe que entre un tercio y dos tercios de los pacientes con COVID-19 tienen algún tipo de pérdida del olfato y del gusto como síntoma inicial”, dice Corinna G. Levine, M.D., rinóloga y cirujana de University of Miami Health System. “La recuperación parece ocurrir durante las semanas o los meses posteriores. La mayoría de las personas se recuperan por completo, pero un pequeño subconjunto de pacientes aparentemente nunca recupera el olfato o el gusto.
Si bien la COVID-19 es la razón principal por la que la anosmia ha aparecido en las noticias, el síntoma también está relacionado con muchas otras afecciones médicas. Según los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health, NIH), la anosmia puede ocurrir debido a alergias, infecciones, bloqueos estructurales de la nariz, como pólipos o tumores, algunos medicamentos y traumatismo craneal, por nombrar algunos.
¿Cómo es perder el sentido del olfato?
En algunos casos, la anosmia se resuelve sola con el tiempo o con el tratamiento de la afección subyacente. Sin embargo, otros casos de anosmia pueden ser permanentes, lo que puede causar muchas otras complicaciones para las personas que viven con esta afección.
“Con la pérdida del olfato, las personas a menudo también tienen cierto grado de pérdida del gusto”, dice la Dra. Levine. “Algunos no pueden disfrutar de los alimentos que solían disfrutar o en la medida en que los disfrutaban antes. Esto a veces conduce a la pérdida de peso o al desinterés por la comida. En el otro extremo del espectro, algunas personas comen en exceso, con la esperanza de saborear algo de nuevo”.
Como se puede imaginar, esto puede conducir a una variedad de otras complicaciones de la vida de las personas afectadas. Por ejemplo, la Dra. Levine dice que las personas pueden ser menos conscientes que antes de los peligros posibles relacionados con los olores, como el humo, los alimentos en mal estado, los vapores nocivos y más. “Puede haber un componente importante de la calidad de vida con la anosmia”, dice la Dra. Levine. “Puede que no sea tan placentero salir a comer como antes. Algunas investigaciones han demostrado que hasta el 40 % de las personas con anosmia de por vida también sufren depresión”.
Se puede vivir con anosmia
Incluso si la anosmia es permanente, aún hay varios pasos que se pueden seguir para sobrellevar la afección. Los Institutos Nacionales de Salud sugieren comer alimentos más sabrosos para mejorar el sabor, incrementar la seguridad en el hogar con detectores de humo o artefactos eléctricos en lugar de gas, y verificar las fechas de vencimiento de los alimentos o etiquetarlos para evitar comer alimentos en mal estado.
Las preocupaciones sobre la calidad de vida pueden ser más desafiantes, pero la Dra. Levine alienta a sus pacientes a concentrarse en otras cosas que les gustan. Por ejemplo, las personas aun pueden disfrutar de los viajes, el ejercicio, la música y muchas otras pasiones con un sentido del olfato limitado o ausente.
“Esto puede ser realmente difícil para los amantes de la comida, pero los animo a que intenten encontrar otras cosas que les apasionen y puedan seguir disfrutando”, señala.
Si necesita ayuda adicional, programe una cita con un otorrinolaringólogo de University of Miami Health System.
Wyatt Myers es escritor colaborador de UMiami Health News.