Lo que sabemos y no sabemos de Ómicron
El domingo 28 de noviembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) designó la nueva variante de SARS-CoV-2 una “variante de preocupación”, y el Grupo Interagencial de SARS-CoV-2 de EE. UU. siguió sus pasos el 30 de noviembre. Al 20 de diciembre de 2021, se ha detectado Ómicron en la mayoría de los estados y territorios, y está aumentando rápidamente la proporción de casos de COVID-19 que está provocando, según informan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC).
Esta nueva variante de COVID-19 suena a una película de ciencia ficción de los años sesenta. Pero en lugar de correr hacia las colinas gritando, todos debemos mantener la calma y mirar lo que se conoce y lo que se desconoce.
“Lo más importante es que ya sabemos lo que debemos hacer para mantenernos a salvo”, dice Roy E. Weiss, M.D., Ph.D., director médico de COVID-19 en University of Miami. “Son las mismas medidas que estamos tomando ahora: usar mascarilla, evitar las multitudes, lavarse las manos y vacunarse”.
¿Qué sabemos sobre Ómicron?
La variante se detectó por primera vez a principios de noviembre en Sudáfrica y se informó a la OMS el 24 de noviembre. La organización nombra a las variantes según las letras del alfabeto griego. Llamó a esta nueva variante ‘Ómicron’ en lugar de las dos letras siguientes, nu y xi, para evitar confusiones, ya que nu se pronuncia similar a ‘nuevo’ en inglés y xi es un apellido común. Según los CDC, entre las razones para designarla variante de preocupación tan rápidamente se incluyen “la detección de casos que se atribuyen a Ómicron en varios países, incluso entre quienes no habían viajado” y “la transmisión y el reemplazo de la variante delta en Sudáfrica”.
La agencia también anotó el número y la ubicación de las sustituciones en la proteína de la espícula. Ómicron tiene alrededor de 50 mutaciones (el doble que delta), 30 de ellas en la proteína de la espícula, lo que puede afectar directamente qué tan bien se une a las células humanas (transmisibilidad) y alterar la forma en que el virus interactúa con los anticuerpos producidos por las vacunas o una infección anterior (evasión de la respuesta inmunitaria).
Ómicron también tiene 21 mutaciones únicas que no se han visto en otras variantes. “Es difícil predecir con exactitud lo que hará el virus por estas razones, pero el nivel de riesgo es lo suficientemente alto como para justificar que se lo tome muy en serio”, afirma el Dr. Weiss.
Pero esto es algo muy nuevo y llevará semanas trabajar con los datos
El Dr. Weiss dice que, aunque hay mucha especulación en los medios de comunicación y entre la comunidad científica, hay preguntas vitales sobre Ómicron para las que aún no tenemos respuestas.
- ¿Qué tan rápido se propaga?
- ¿Qué tanto se enfermarán las personas?
- ¿Qué tan efectivas son las vacunas para prevenir formas graves de la enfermedad y la muerte?
- ¿Pueden infectarse las personas que han sido vacunadas o que han tenido anteriormente COVID-19?
- ¿Está eludiendo la PCR o las pruebas rápidas?
Mantenga la calma y use mascarilla
La variante Ómicron no es motivo para entrar en pánico ni darse por vencido. Tampoco tiene por qué ser el fantasma de la Navidad pasada que viene a arruinar las fiestas. Ya sabemos lo que funciona, dice el Dr. Weiss.
- Usar mascarilla en espacios cerrados.
- Evitar las multitudes.
- Lavarse bien las manos.
- Ventilar los espacios cerrados abriendo ventanas o usando un filtro de aire.
- Hacerse una prueba de detección ante la presencia de síntomas.
- Aislarse si la prueba de detección de COVID-19 da positivo.
- Vacunarse.
- Recibir una dosis de refuerzo seis meses después de la última vacuna.
“Comprometerse con estas medidas de protección y convencer a sus amigos y familiares de que hagan lo mismo es la mejor manera de mantenerse a salvo”, dice el Dr. Weiss. “También es el camino más rápido hacia el fin de esta pandemia”.
Escrito por Natasha Bright, escritora colaboradora de UMiami Health News.
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