Ayude a los ancianos a recuperar el ritmo después de la pandemia
La salud mental ha sido una preocupación para todos durante la pandemia de COVID-19. Cuando se tiene en cuenta un mayor riesgo y un mayor aislamiento, ningún grupo se ha visto más afectado que el de los ancianos.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, las tasas de enfermedades mentales tienden a ser más altas entre las personas ancianas, incluso sin las preocupaciones de la pandemia. Casi el 20 % de las personas de 55 años o más tienen algún problema relacionado con la salud mental, que suele deberse a enfermedades, deterioro de la salud física, pérdida de un ser querido y otros factores.
Varios aspectos de la pandemia afectaron a los ancianos de una forma particularmente dura.
“Desde luego, hubo algunos problemas importantes que debieron enfrentan los ancianos durante este tiempo”, dice Stephen McLeod-Bryant, M.D., psiquiatra de University of Miami Health System. “El aislamiento social, en particular, fue un factor importante, así como el miedo que suscitó estar en un grupo de alto riesgo de contraer COVID-19”, añade. “Algunos tal vez hayan perdido a su pareja debido a la pandemia. Entre el estrés, el dolor y el aislamiento, tuvieron mucho con lo que lidiar”.
En julio de 2020, una encuesta de Kaiser Family Foundation encontró que el 46 % de los ancianos de 65 años en adelante sufrieron preocupaciones y estrés relacionados con la pandemia que afectaron su salud de manera adversa. Fue un porcentaje que subió desde el 31 % en mayo. En general, alrededor del 24 % de los adultos de 65 años o más en la encuesta dijeron que tenían ansiedad o depresión en agosto de 2020.
Cómo salir del bajón de la pandemia
Ahora que las tasas de infección están disminuyendo y la sociedad se está reabriendo, estos problemas pueden desaparecer a medida que las personas reanudan sus rutinas habituales. Sin embargo, el Dr. McLeod-Bryant dice que puede llevar tiempo volver a acostumbrarse a la vida diaria, en especial en el caso de aquellos que luchan contra la ansiedad y la depresión.
Tómelo con calma.
La Asociación Médica Estadounidense dice que es comprensible sentir cierta ansiedad y vacilación latentes a medida que se reabren las actividades. Teniendo esto en cuenta, está bien dar pequeños pasos y aumentar el nivel de confort de a un día a la vez. Por ejemplo, tal vez intente comprar en el supermercado local cuando no haya mucha gente antes de dar el siguiente paso en su travesía.
No sea duro consigo mismo.
La pandemia produjo todo tipo de emociones, desde el miedo y la ira hasta el alejamiento de amigos y familiares. Mientras regresa lentamente al mundo, no espere que estos sentimientos desaparezcan de la noche a la mañana. Reconózcalos, acéptelos y ajústese de a poco a las nuevas realidades de la vida cotidiana.
Adopte hábitos saludables.
El Dr. McLeod-Bryant dice que su mejor consejo es buscar hábitos positivos y saludables que lo hagan sentir bien, tanto mental como físicamente. Concéntrese en hacer ejercicio con regularidad, llevar una alimentación saludable, reanudar sus conexiones sociales, reducir el estrés y dormir bien por la noche.
Salga.
“Una cosa que he notado en mi profesión es la noción general de actividad física para los ancianos durante este tiempo”, dice el Dr. McLeod-Bryant. “Había una tendencia a estar a salvo, aislarse y no salir de casa. El aire fresco, la luz del sol y simplemente el pasar tiempo al aire libre es un beneficio importante para la salud mental”.
Obtenga ayuda si la necesita.
Tanto los ancianos como sus seres queridos deben estar atentos a los signos de ansiedad, depresión u otros problemas relacionados con la salud mental. Busque ayuda a través de la terapia u otros recursos si es necesario. El Dr. McLeod-Bryant explica que mantenerse alejados de amigos y seres queridos a menudo puede ser un signo de depresión en los ancianos. Además, tenga cuidado con el aumento de la pérdida de memoria y la dificultad para concentrarse.
Wyatt Myers es escritor colaborador de UMiami Health News.
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