¿Por qué mi hijo tiene dolor de espalda?

Cuando uno piensa en el dolor de espalda, en general piensa en un padecimiento de los adultos. Según los Archivos de Medicina Interna, el 80 % de los estadounidenses presentan dolor de espalda en algún momento de su vida. Sin embargo, en los últimos años, la investigación ha descubierto que esta afección parece estar aumentando en los niños y adolescentes.

Un artículo de la edición de noviembre de 2020 de Pediatrics in Review señaló que el dolor de espalda en los niños y adolescentes se está volviendo más común. Los investigadores recomendaron que los pediatras dediquen más tiempo a evaluar estas preocupaciones y a abordarlas con mayor precisión, ya que continúan en aumento.

¿Por qué hay más casos de dolor de espalda en los niños?

Según Nathan H. Lebwohl, M.D., jefe de cirugía de deformidades espinales de University of Miami Health System, existen varias razones.

Una de ellas, señala, es el hecho de que tanto la actividad sedentaria como la obesidad en los niños y adolescentes también están aumentando.

“La obesidad infantil está relacionada con cambios estructurales en la columna que están asociados con el dolor lumbar”, explica. “Los estilos de vida sedentarios y el aumento del tiempo con los videojuegos también se han asociado con este problema”.

Un estudio analizó la relación entre la obesidad y el dolor de espalda en los niños y adolescentes. En el estudio, publicado en Journal of Bone and Joint Surgery, se examinó a 83 pacientes de entre 13 y 20 años. En el caso de los participantes del estudio que tenían alguna forma de degeneración discal juvenil en la columna, había significativamente más probabilidades de que tuvieran sobrepeso u obesidad.

Otro factor que parece influir en el dolor de espalda en los niños y adolescentes es el uso, y el peso, cada vez mayor de las mochilas escolares. Hace poco, esto se ha convertido en un problema más importante, ya que las computadoras portátiles y otros dispositivos electrónicos pesados son útiles escolares esenciales para muchos estudiantes.

En un estudio publicado en la revista Spine, se examinó a 1,126 niños y adolescentes de entre 12 y 18 años. Los investigadores encontraron que todos menos cuatro de los estudiantes usaban mochilas con regularidad, y el 74 % de los que usaban mochilas tenían dolor de espalda y otros problemas con su capacidad funcional física.

Existen otros factores que pueden provocar dolor de espalda en los niños y adolescentes, dice el Dr. Lebwohl. Entre estos, se incluyen los siguientes:

• Antecedentes familiares de dolor de espalda.
• Estrés, así como otros problemas emocionales o psicológicos.
• Sobreentrenamiento específico a un deporte, como en el caso de los lanzadores o los gimnastas.
• El tabaco.

¿Cómo puede mi hijo prevenir el dolor de espalda?

Cuando observa la lista de posibles causas del dolor de espalda, no sorprende que sea un problema en aumento. Afortunadamente, puede desempeñar un papel importante en la preservación de la salud de la espalda de su hijo siendo proactivo al respecto.

El ejercicio regular, una alimentación saludable y la limitación del tiempo frente a las pantallas ayudan a aumentar la actividad de su hijo y a minimizar el aumento de peso. Fumar es una mala elección por muchas razones, en especial para los niños y adolescentes. Trate de incluir el equilibrio en la rutina de entrenamiento deportivo de su hijo. Puede hablar con los entrenadores de su hijo si cree que su entrenamiento podría estar provocándole problemas de salud.

La mayoría de los niños y adolescentes no pueden evitar el uso de las mochilas, pero los padres deben ayudar a aligerar la carga siempre que sea posible. “Las recomendaciones actuales son que el peso de la mochila se limite a menos del 15 % del peso corporal, y preferiblemente a menos del 10 %”, dice el Dr. Lebwohl.

Sea el defensor de su hijo

Por último, el Dr. Lebwohl dice que los padres deben tratar de reconocer los problemas a medida que surgen y defender las preocupaciones de salud de sus hijos.

“La mayoría de los casos de dolor de espalda en los niños y adolescentes no son causados por problemas graves y responden al ejercicio y la corrección de la postura”, dice. “Consulte al médico si su hijo cojea, se queja de entumecimiento o debilidad en las piernas, tiene fiebre o sarpullido, comienza a mojar la cama o tiene problemas para dormir debido al dolor. Si le preocupa la postura de su hijo, es importante que lo evalúe un observador capacitado para identificar problemas de escoliosis y curvatura de la espalda, de modo que puedan tratarse temprano. Si no está seguro, fíjese si hay asimetría en la cintura o los hombros al estar de pie, o una asimetría en la espalda o una curvatura excesiva al inclinarse hacia adelante”.

Wyatt Myers es escritor colaborador de UMiami Health News.

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